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Realidad y derechos humanos

Pedofilia en la Iglesia

La Iglesia se desliga de la pedofilia culpando a los homosexuales

¿A CUANDO LA RENOVACION EN LA IGLESIA?

En el 2010, es decir más 35 años después de que los investigadores y las eminencias de la psicología y de la psiquiatría reconocieran formalmente que la homosexualidad no es ninguna enfermedad mental, el número 2 de la Iglesia Católica, Cardenal Bertone, se atreve a mostrarnos el carácter más anacrónico de la institución eclesiastica.

 

En efecto, el día de ayer, este dignatario del Vaticano en visita a Santiago de Chile y tratando de limpiar a la Iglesia de los escándalos de pedofilia que aquejan a la institución desde hace algunos meses, no encontró más solución que desviar la atención del asunto y la responsabilidad de las violaciones aduciendo que son la culpa de los homosexuales.

 

Según el cardenal, expertos en salud mental han demostrado que existe una conexión entre homosexualidad y pedofilia, por lo cuál él hace estas declaraciones. Solo que desconoce la realidad de ese problema sexual que no solo emana de homosexuales, sino sobre todo de personas heterosexuales. Es decir que su fundamento no solo es falso, sino que también es anacrónico (porque eso es lo que se pensaba en la era de la santa inquisición), y por último, su argumento proviene de “expertos” minoritarios que quién sabe de que tendencia política o ideológica pertenezcan.

 

¿Quién invitó a los homosexuales al debate de la pedofilia? Nadie, punto aparte de la Iglesia. Ese tema parecía ya estar zanjado en los países del primer mundo. Así, nunca se ha podido demostrar una conexión científica (ni cuantitativa ni cualitativa) entre homosexualidad y violación de niños. El hecho de estigmatizar al homosexual no es más que reconocer a la persona como un enfermo mental, como un monstruo, como una marginal, cuando en la psicología moderna la homosexualidad no es una enfermedad mental sino más bien lo es la homofobia. Quizás con estas declaraciones el Vaticano trata de levantar una “cortina de humo” para encubrir los miles de miles de casos de niños violados por curas, obispos y cardenales en decenas de Estados del mundo entero. Es escándalo es de la Iglesia y ahora el Vaticano trata torpemente de encajarle la responsabilidad de estos actos horrorosos a la comunidad homosexual.

 

Una reacción  como esta de parte de la Iglesia muestra su desesperación por demostrar algo que no pueden explicar. No quieren ceder sobre el celibato de los curas, no quieren modernizarse, no desean admitir que la ciencia ya no es dictada por “bulas papales” sino que ahora los científicos determinan independientemente los paradigmas dominantes de la ciencia, desligados de los a priori religiosos. Punto aparte del carácter medieval y escandaloso de este hecho, lo que más se lamenta de la Iglesia es que las declaraciones provengan del número 2 de la institución católica, es decir de un personaje con mucha influencia sobre el discurso del Vaticano.  ¿Acaso es esa la forma en la que se une a los humanos? ¿Eso es lo que enseñan a los jóvenes en el catecismo y en la educación religiosa? Si esto es así, se comprende mejor los porcentajes record de homofobia que existen el los países con mayor índice de católicos...