La Historia: Desde la ley del Talión
Durante la Historia de la humanidad, pensamientos y filosofías han defendido la pena de muerte. El testimonio más antiguo que defiende este precedente es el Código Hammurabi hecho en Mesopotamia en el siglo XVII° antes de nuestra Era. Mas tarde, y pasando por las enseñanzas del Antiguo Testamento con la ley del Talión. Jean Jacques Rousseau (1712-1778) en su Contrato Social, nos dejó esta reseña que hoy, sin duda alguna será el fundamento de muchos defensoras de al pena capital: “Todo malhechor atacando el derecho social, conciértese en rebelde y/o traidor a la patria (…) la conservación del Estado es entonces incompatible con la suya: es preciso que uno de los dos perezca”. En lo que concierne al Barón de Montesquieu, a Hegel y a Kant, no serán infieles a esta tradición, y defenderán los beneficios de la pena de muerte. Sin embargo, algunos de los filósofos “iluminados” por el siglo en el que vivían, abogaron por una reforma en los sistemas que mataban a los así juzgados. Entre estos reformistas figuran Montesquieu o el mismo Voltaire quien en 1764 se mostrara contra la pena de muerte en el Diccionario filosófico.
Para el año 1846, el entonces territorio de Michigan (Estados Unidos), se convierte en la primera jurisdicción del mundo en abolir definitivamente la pena de muerte para el delito de asesinato. Casi veinte años después en1863, Venezuela se convierte en el primer país en abolir de forma definitiva la pena de muerte para todos los delitos (los siguientes países en abolirla fueron San Marino en 1865 y Costa Rica en 1877).
Ya en el siglo veinte, los intelectuales defensores de la pena capital han sido minoría. Y algunas figuras mediáticas como Alexandr Saljenitsin se sirvieron de sus propias experiencias con la justicia y el horror de la prisión, para denunciar a los regimenes defensores de dicha pena. Es así como Saljenitsin nos cuenta en Archipiélago Gulag que murieron fusiladas cerca de un millón de personas en la Unión Soviética. Luego de la Segunda Guerra Mundial, y la condena a muerte de los pueblos de Hiroshima y Nagasaki en 1945 y las decenas de millones de muertes en los campos de concentración nazis, un tiempo de calma cedió en el mundo. Es por ello que el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se consagra como derecho fundamental el derecho a la vida (articulo 3°). Para 1971, también en la ONU, la Asamblea General afirma que: "el principio objetivo que se ha de buscar con relación a la pena de muerte es restringir progresivamente la cantidad de delitos por los que se puede imponer la pena capital, con la finalidad de acabar aboliendo esta pena". Al año siguiente, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anula la pena, pero es reestablecida en 1976
Los diferentes pareceres y contradicciones que vemos aquí, tienen mucha similitud con lo que significan los debates sobre la pena de muerte en algunos países que no la han abolido. Lo más sorprendente (y esto quizás debe formar parte del libre derecho a opinar) es que el debate entre los abolicionistas y los “retencionistas” se lleva a cabo también en los países en los que la pena no es efectiva.
EL DEBATE PERUANO: ¿Un nuevo Estado en favor de la pena de muerte?
Quizás nadie pueda dudar que este debate está lejos de haber terminado. Este es por ejemplo el caso peruano, donde no existe la pena de muerte para los delitos comunes desde 1979. Sin embargo hace algunos meses, varios candidatos a la campaña presidencial del 2006 se mostraron a favor de esta medida. Y luego de la elección de los nuevos legisladores, un grupo de estos propuso un proyecto de ley para reimplantar la pena capital. El poder ejecutivo encabezado por el flamante Presidente de la República presentó en paralelo su propia propuesta en vista de una futura aplicación de dicha pena. Sin embargo, estos dos proyectos terminaron siendo archivados por el Poder Legislativo. No obstante, algunas venas políticas muy influyentes, respaldadas por más de dos tercios de la población, siguen insistiendo en su necesidad. Tanto es así, que se habló de proponer la norma a un referéndum. Es por esta razón, que nuestro tema se basará en el enfoque peruano, al cual le acordaremos importancia en su debido momento, y no sin antes hacer una comparación con otras naciones del mundo.
EL DEBATE EN EL MUNDO: Y las diferencias continentales
Decenas de países siguen aplicando la pena capital, sobretodo en Asia y en África. Se tienen datos extraoficiales de más de veinte mil condenados, la mayoría en China, Estados Unidos, Irán y Arabia Saudi, si tomamos como fuente a Amnistía Internacional 2006.
Apreciando un mapamundi, nos percataremos que en Europa existe un vacío sobre los partidarios hacia la pena de muerte. Esto se explica sobretodo por los valores que de allí nacen (Derechos Humanos sobretodo), pero también porque el Protocolo Europeo de Derechos Humanos aconseja la abolición de la pena en tiempos de paz. Además de esto, una de las condiciones para entrar en la Union Europea (UE) es ser abolicionista.
Es por esta razón, que algunos políticos dicen que Turquía suprimió definitivamente dicha pena para entrar en negociaciones por la adhesión a la UE. En este sentido, cabe recalcar que solo Bielorrusia se niega a dejar de aplicar la pena capital obedeciendo, según la revista francesa especializada en asuntos políticos ( L’Express, de febrero del 2006, a que la dictadura del autoproclamado comunista Loukachenko es una de las más represivas y cerradas del planeta.
En el caso Americano, una particularidad salta a la vista, y es que con excepción de algunas ventanas “retencionistas” en Guatemala, Guyana, Jamaica, Cuba, Estados Unidos, etc. la mayoría de países tampoco aplica la pena de muerte. Pero esto no significa que la pena haya sido abolida como en Europa, sino más bien que su aplicación responde a circunstancias excepcionales (como la guerra) lo que lleva a inaplicarla en tiempos de paz. Estos son los casos de Argentina, Bolivia, Perú, El Salvador, Brasil, Chile.
Si ahora llevamos nuestra mirada hacia el continente africano, nos daremos cuenta “que existen tres tipos de corrientes” como dice el profesor Basabe Fernández del Valle en Meditación sobre la pena de muerte (1997) que detalla a continuación: la primera corriente, viniendo del este, que es la que más domina en el paisaje africano, con los “retencionistas”. En ella comulgan en la misma bandeja sistemas saludables como Egipto, pero también regimenes anárquicos como Somalia y dictatoriales como Sudan o Zimbabwe. Por otro lado tenemos en África, una corriente nor-occidental que no ha aplicado la pena durante los últimos diez años. Está impulsada por países como Marruecos, Argelia o Malí. Por ultimo, existe una corriente de abolicionistas en el sur del continente con Sudáfrica, Angola y Namibia a la cabeza.
En Asia, el problema es menos complicado si se puede llamar así, ya que es casi todo el continente quien aplica la pena capital. Solo algunas excepciones salen del lote. Finalizaremos en Oceanía, donde la pena no está a la orden del día, ya que ninguno de estos Estados la aplica o la tiene en su legislación, e incluso se puede decir que “es él continente donde el debate parece estar más cerrado” según el diario argentino El Clarín, del 8 de octubre del 2006.
Este cuadro nos muestra la situación del mundo actualmente con respecto a la pena de muerte, las cifras y actualizaciones son fuente de www.amnesty.org. Pueden encontrar las listas traducidas al español en la sección centro de documentación de las páginas de facultad de Derecho y Bioética de Burgos y en http://www.edai.org/centro/
Abolicionistas para todos los delitos | 76 |
Abolicionistas sólo para delitos comunes | 15 |
Abolicionistas de hecho | 21 |
Total de abolicionistas en la legislación o en la práctica | 112 |
“Retencionistas” | 83 |
Teniendo en cuenta estas desproporciones inter e intra continentales entre los “retencionistas” y los abolicionistas, es importante tomar en consideración el debate y estudiar aquí los casos mas representativos por lo reciente de sus debates (Marruecos) o por su posición particular con respecto a los Derechos Humanos (Irak). En este sentido, comenzaremos en Africa con la coyuntura de Zimbabwe.
ZIMBABWE
En este país del sur de África, en donde la corriente abolicionista no ha llegado aun, no por un problema de geografía o de presión, pero mas que todo porque la pena de muerte es un útil político para el régimen de Robert Mugabe que leva años perpetuado en el poder.
Por ello el activista Edson Chiota, coordinador nacional de la Asociación de Zimbabwe para la Prevención del Delito y la Rehabilitación del Infractor dijo el 10 de febrero en el Tercer Congreso Mundial contra la pena de muerte de Paris, que sobretodo en su país: ”la pena de muerte es una amenaza a la libertad de expresión (…) el gobierno intenta silenciar a la oposición. Si públicamente criticas al jefe de Estado, hay una gran probabilidad de que seas acusado de traición. Es algo de temer porque la traición lleva a la pena de muerte” (Le Monde, 13 de febrero del 2007). Por su parte, Gonder Chakanyuka escribió en un articulo de opinión del diario oficialista zimbabwence The Herald de noviembre del 2006 que la pena de muerte “era usada para intimidar y eliminar a la población negra, y los zimbabwenses no podemos seguir teniendo esta ley en nuestros libros”. El autor nunca ataca directamente al gobierno, ni habla de arma política en contra de disidentes, pero defiende su posicione en contra de la pena afirmando “un creciente numero de Estados africanos han abolido la pena de muerte, y Zimbabwe no puede permitirse quedar atrás”
Finalmente, Stanley Kwenda recogió para la IPS en febrero del 2007 este testimonio del director ejecutivo de la fundación de Derechos Humanos de Sudáfrica, Dr. Noel Kututwa quien afirma “los tribunales pueden sentenciar a alguien a muerte, pero nunca podrán estar cien por ciento seguros de que esa persona cometió el delito”. Además, expresó dudas sobre la escucha de los reclamos por parte del régimen apuntando “No me imagino al gobierno moviéndose, siquiera una pulgada, para cambiar la ley de pena de muerte”
MARRUECOS
En el reino existe la pena de muerte, pero este país forma parte de aquellos Estados africanos que impulsados por una ola europea, (traída con los medios de comunicación importados y a través de la diáspora que vive en España, Francia, Inglaterra) quieren modernizar su sistema judicial. En este sentido Michel Taube líder de la Asociación Juntos Contra la Pena de Muerte afirmaba para la revista europea Café babel del primero de febrero del 2007 “tenemos esperanza en que haya un cambio. Este año, Marruecos está a punto de convertirse en el Estado abolicionista número cien”. También diría para el diario argentino La Nación del 14 de febrero del 2007 “Si un gran país árabe y musulmán como Marruecos resolviera terminar con la justicia que mata, se abriría un candado en la mentalidad de sus vecinos del Medio Oriente”. Y quizás esto hubiera continuado a siendo así, porque la Coalición Marroquí Contra la Pena de Muerte (CMCPM) además de otras organizaciones pro Derechos Humanos, ya habían hecho presión para que la pena fuese abolida, incluso la coyuntura de modernización seguida por el nuevo rey Muhammad VI en 1999 iba en este sentido. Pero esto cambió según Khadija Ben Ahmed en su articulo “piden abolición de la pena de muerte en Marruecos” aparecido en la Heroteca el 2 de marzo del 2007. En efecto, apunta Ben Ahmed, luego de que Karim Zemach asesinara a un agregado cultural de la Unión Europea y a su esposa el 19 de septiembre del 2006, fue condenado a muerte por la primera cámara criminal del tribunal de Apelación de Rabat el 20 de febrero de este año. Esta condena se da “en un momento en que la cuestión de la abolición de la pena de muerte centra muchos debates en Marruecos. Desde estas asociaciones se ha solicitado a los jueces marroquíes que apliquen una moratoria inmediata sobre la condena a la pena capital con vista a su abolición en un futuro no lejano”
POLONIA
Con la llegada al poder de los hermanos Kaczynski (conservadores cristianos), nunca hubo tanto revuelo en Polonia por el asunto de la pena de muerte. En efecto, las declaraciones del Presidente de Polonia, Lech Kaczynski, pronunciadas el 28 de julio de 2006 en las que abogó por la reinstauración de la pena de muerte en Polonia y en toda Europa no dejaron a nadie sordo. Kaczynski argumentó en la primera emisora de la radio pública polaca que "los países que retiran ésta pena conceden una extraordinaria ventaja al delincuente en detrimento de la víctima: la ventaja de la vida frente a la muerte". Sin embargo, “toda sociedad que recurre a la pena de muerte devalúa la vida humana y se arriesga a igualarse moralmente con el asesino”. Según el Reporte anual de Amnistia Internacional 2006. Además añade que “la Declaración Universal de Derechos Humanos, en otros instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos, como el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), y en legislaciones y Constituciones nacionales van en contra de la declaraciones del Presidente Polaco Lech Kaczynski.
El 2 de agosto, la Liga de las Familias Polacas (Liga Polskich Rodzin, LPR), partido minoritario en la coalición que gobierna Polonia, anunció en su sitio web una campaña a escala europea en favor de la reinstauración de la pena de muerte y un referéndum sobre la misma cuestión en Polonia. El vicepresidente de la Liga, Wojciech Wierzejski, calificó en su libro Pena firme (Varsovia, 2005) de "anacrónica la prohibición de la pena de muerte en los veinticinco Estados miembros de la Unión Europea” negando así los fundamentos jurídicos Internacionales de esta Organización.
El 3 de agosto, en respuesta a estas declaraciones, Stefaan de Rynck, portavoz de la Comisión Europea, afirmó en una circular interestatal de la UE que "la pena de muerte no es compatible con los valores europeos". Las Directrices de la Política de
la Unión Europea hacia Terceros Países sobre la Pena de Muerte establecen que la abolición de la pena de muerte contribuye a reforzar la dignidad humana y al desarrollo progresivo de los derechos humanos. Según estas directrices, la UE tiene como objetivo trabajar para conseguir la abolición universal de la pena de muerte como una política sólidamente defendida y compartida por todos los Estados miembros.
Dado que Polonia es también un Estado miembro del Consejo de Europa, René van der Linden, presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, se dirigió en los siguientes términos al presidente Kaczynski en una carta abierta: "En nuestra opinión, la pena de muerte no tiene lugar en el sistema de justicia penal de un país moderno y civilizado". A continuación, añadía, "el hecho de sugerir que su reinstauración podría representar, en algún caso, un avance, constituiría un ataque frontal contra nuestros valores comunes, que se basan en el respeto a la dignidad humana básica de cada persona".De igual modo, no cientos, pero solo decenas de personalidades instaron a las autoridades polacas a respetar sus obligaciones internacionales y a mantener su compromiso con respecto a la abolición de la pena de muerte.
REPUBLICA POPULAR DE CHINA
China es el país que más ejecuta en el mundo con datos oficiales de los cuales no nos podemos fiar por las múltiples contradicciones en las versiones de gobierno y los sabotajes de visitas humanitarias oficiales. Podemos rescatar al interior de China mucha información a favor de la pena capital, mas que todo una publicidad de Estado a través de los órganos provinciales, o Nacionales. Por otro lado algunas lecturas consideran la posibilidad de error judicial, pero sin ir en contra de la pena de muerte. En este sentido leemos en Obras escogidas de Mao Zedong (Beijing, 1977) que: “(…) si se equivocan cortando una cabeza, no hay ningún medio de corregir el error, por más que esto se desee”. Más directo aun fue Yan Zhengxue quien defendía sus derechos fundamentales y quien fue condenado a prisión por ello. En 1994 junto con unos universitarios escribió en Fazhi Ribao (las Noticias Jurídicas), que el código penal chino debía de ser reformado “reduciendo el campo de aplicación de la pena de muerte y sancionando más severamente a los agentes de Estado culpables de abuso se poder”. El 22 de junio del 2001 Frederic Bobin del diario francés Le Monde nos relataba la posición de algunos chinos residentes en su país (y de los cuales no se puede obtener bibliografía por las trabas del régimen), “Desde el 11 de abril (del 2001) fecha del ultimo yan da (operación pegar fuerte) ha habido mas de mil ejecutados en dos meses (…) Según el profesor Cai Shaoquing de la Universidad de Nankin algunas mafias (Shangai, Hunan, Guangxi) prosiguen con una agenda política anti-partidista, lo que explica la implacable severidad de este ultimo yan da”. Por ultimo, Amnistía Internacional en su libro China: El reino de lo arbitrario (Suiza, 1996) nos dice que una de las posibles causas de la postura china con respecto a la pena e muerte pueda ser que “las trasplantaciones de órganos constituirían una fuente de ingresos para los hospitales, así como (…) regalos hacia los responsables de los procesos de ejecución (…) la decisión de pronunciar una condena a muerte o de proceder a una ejecución puede estar influenciada por la existencia de una demanda de órganos a transplantar”.
JAPON
En el caso Japonés, el equivalente al ministro de justicia declaró en enero del 2007 frente a un porcentaje muy alto de la ciudadanía que ve con buenos ojos la practica de la pena capital (80%) que “la eliminación de la pena de muerte de la legislación no está en evaluación”. Confirmando esto apunta Ignacio De Ferrari en la pagina web de Amnisty USA International (marzo 2007) diciendo que “mientras en Estados Unidos el numero de ejecuciones se ha reducido considerablemente en los últimos años, en Japón se alcanzo un record en 2006 (…) sus tribunales dictaron la pena capital a cuarenta y cuatro personas, el mayor numero en veintiséis años.”
Por su parte la profesora Keiko Mitsumoto escribe en El principio del fin (Tokio 2007) “mi oposición a la pena de muerte no es por una cuestión de justicia, sino simplemente porque la vida es valiosa. A través de las cartas y la poesía de Okashita sé que aprendió a valorar la vida otra vez, por eso quiero que viva”
Para Shuichi Adachi, abogado en Hiroshima, en declaraciones recogidas por Inter Press Agnecy el 28 de febrero del 2007 “las condiciones para los condenados a cadena perpetua son mucho menos severas. Pueden reunirse con sus abogados. Pero los delitos cometidos por ambos son similares. Eso es injusto” Explica el abogado, quien esta a favor de conmutar la pena de muerte por prisión de por vida.
En la misma agencia de prensa, y esta vez por medio de su corresponsal Suvendri Kakuchi se dice también que “los opositores a la pena máxima coinciden en que la población japonesa es rígida e implacable, explicándose así el casi total apoyo que concita este castigo” además agrega que “en la actualidad hay cien sentenciados que aguardan la ejecución. El año pasado aumentaron a un ritmo mayor las condenas (…) debido a que la justicia japonesa adoptó mano más dura contra los delitos violentos”. Por ultimo, Kakuchi apunta que “la mayoría de los grupos sintoístasestán a favor de la pena de muerte, en tanto los cristianos y los budistas son firmes opositores”
IRAK
Las autoridades interinas iraquíes anunciaron después del traspaso de poder, a finales de junio del 2004, su intención de restablecer la pena de muerte en el país. La pena capital, que había sido introducida bajo el régimen del derrocado presidente Sadam Husein, fue abolida por el ex jefe del Comando Central Estadounidense (CENTCOM), el general Tommy Franks, en abril de 2003, después de la caída de Bagdad. A principios de agosto del 2004, el ministro iraquí de Defensa, Hazem Chaalane, reveló a diversos medios (Agencia France Press) que Husein debía ser condenado a muerte. "La pena de muerte es sin lugar a dudas la sentencia" que debe ser pronunciada contra el ex dictador, "porque todo a su alrededor evoca el crimen que ha enseñado, incluso a sus dos hijos".
“Irak volverá a aplicar la pena de muerte para los asesinos y los individuos que amenacen la seguridad del país. Ayer anunciamos la amnistía, hoy, la pena de muerte", indicó Gurgis Sada, portavoz del Gobierno iraquí el primero de marzo del 2005 en declaraciones recogidas por Europa Press. Desde Londres el 9 de agosto del 2004 Amnistía Internacional rechazó rotundamente la decisión del Gobierno interino de Irak de restablecer la pena de muerte y dijo creer en que esta medida no contribuiría a mejorar la seguridad para la población iraquí. "La pena de muerte es un castigo cruel, inhumano y degradante. Viola el derecho a la vida, es irrevocable y puede aplicarse sobre inocentes”, afirma la organización de derechos humanos. Los informes de Amnistía Internacional muestran la grave situación que todavía prevalece en Irak y reconocen el deber del gobierno de proteger las vidas y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y residentes en el estado. Sin embargo, la organización no cree que la aplicación de la pena de muerte contribuya a lograr estos objetivos. Según el Daily Telegraph de Londres de septiembre del 2005, desde el restablecimiento de la pena mas de doscientas personas deben de ver sido condenadas, y no es posible tener una cifra certera por la falta de información y porque las ejecuciones se hacen en secreto. Por ultimo, Marosa Montañes Duato escribe en La pena de muerte en el siglo XXI: debe existir el perdón (2007) que “ni siquiera el criminal llamado Sadam Hussein merece semejante muerte anunciada, semejante venganza con toda una orquestada campaña mediática; ningun gobernante o juez son propietarios de la vida…”
FEDERACION RUSA
Rusia forma parte de los países considerados como abolicionistas de hecho porque desde hace mas de diez años que no aplican la pena de muerte desde que Boris Yeltsin en agosto de 1996 decretara una moratoria sobre las ejecuciones para ingresar al Consejo de Europa. Según el diario peruano La Republica del 15 de agosto del 2006, “el debate en Rusia ha perdido de su amplitud hoy”, pero podemos considerar que éste aunque ya no sea político sigue llevándose entre los ciudadanos por el porcentaje de partidarios a la pena, incluso para Alexandr Saljenitsin en Archipiélago Gulag, “si mañana hicieran un referéndum en Rusia, la pena de muerte ganaría abrumadoramente”
Según Francois Bonnet, especialista del diario francés Le Monde del 22 de junio del 2001: ”Desde que Vladimir Putin entró al poder, quiso reformar el sistema judicial ruso heredado de la época soviética (…) pero lo paradójico de esta reforma liberal es que se reavivó el debate sobre la pena de muerte”. Es así como los diputados de la Douma vieron aparecer más de doce proyectos de ley para reinstaurar, entre otros mecanismos, unos jurados populares que no existen en Rusia desde que Yeltsin (con el aval de la Corte Constitucional) prohibió las condenas a muerte.
Según el cotidiano de la comunidad latina en china El Diario del Pueblo del 19 de julio del 2001, “luego de que el ministro ruso de justicia, Yuri Chaika, propusiera el restablecimiento de la pena de muerte, el parlamento se ha negado a declarar totalmente ilegal a la pena capital” Además de agregar que “El parlamento citó encuestas que muestran que la mayoría de los rusos apoyan la pena de muerte” Por su parte el doctor Dimitri Kozak, arquitecto esta reforma, apunta en Normas de países civilizados (St. Petersburgo 2001) que “la moratoria sobre las ejecuciones podría discutirse (…) pero que esto no ha escapado a varios parlamentarios partidarios de la pena de muerte que podrían negociar financieramente su apoyo a los proyectos del Kremlin”
Frente a esto, El 9 de julio del 2001, el Presidente ruso insistió en que “Rusia no debe revivir la pena de muerte aunque algunos rusos siguen apoyando la práctica” y que "El Estado no debe atribuirse el derecho a acabar con la vida humana, que sólo pertenece al Todopoderoso", según afirmó Putin durante una reunión en el Kremlin con funcionarios de justicia europeos. "Les puedo decir firmemente que estoy en contra de la renovación de la pena de muerte en Rusia".
Por ultimo, según comunicado de la Unión Europea del 10 de julio del 2001 que figura en la publicación del Parlamento europeo Hemiciclo (Paris 2001) “se pide a la Federación Rusa de abolir la pena de muerte, pero de hecho y por derecho, y ratificar el Protocolo No. 2 de la Convención de Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos y el Protocolo No. 6 de la Convención Europea sobre Derechos Humanos tan pronto como sea posible”. Pero el debate no esta cerrado aun, ya que como inciste Rafael Poch. La Vanguardia del 18 de febrero del 2002 "Si la pena de muerte dependiera de la voluntad de la calle, Rusia la restablecería hoy (…)
La sociedad rusa presiona para que restablezca la pena de muerte”.
Podemos concluir en esta parte diciendo que los hechos aquí nos muestran que el problema de la pena en Rusia está muy ligado a la negociación financiera política (corrupción) pero que aunque la mayoría del pueblo esté a favor de la pena, lo que prima son las Relaciones Internacionales con la Unión Europea y la voz del Poder Ejecutivo – Putin (quien luego de haberse pronunciado cerró el debate en apariencia).
REPUBLICA CHECA
En la antigua Checoslovaquia, entre 1945 y 1989 fueron condenadas por los Tribunales y posteriormente ejecutadas más de mil 200 personas durante la existencia de la pena de muerte en el país. En mayo de 1990 los parlamentarios checos votaron por la supresión de la pena capital, aceptando las estipulaciones de la Convención Europea de los Derechos Humanos. Según el articulo de Ivana Vonderková titulado “los checos por el restablecimiento” y aparecido el 3 de mayo del 2005 en Cesky Rozhlas “Se trató de un importante paso político en un país que restablecía la democracia (…) La pena de muerte fue suprimida a pesar de que un 80 por ciento de los ciudadanos checos había insistido en su mantenimiento”.
Luego de mas de 17 años, la postura de los checos frente a la pena capital no ha registrado ningún cambio radical. Según un estudio realizado en 2005 por el Centro para el Sondeo de la Opinión Pública (CSOP), un “sesenta y seis por ciento de la ciudadanía está a favor de la reintroducción de la pena capital en el Código penal checo, para ser aplicada exclusivamente en casos de homicidios brutales”.
Según el autor del estudio, Jan Cervenka, a favor de la pena de muerte se pronuncian sobre todo personas de avanzada edad y ciudadanos con instrucción escolar básica.
"Desde el punto de vista político, el restablecimiento de la pena máxima es apoyado mayormente por personas de izquierda, o sea, los electores de los partidos Socialdemócrata y Comunista. Los seguidores de los partidos de derecha rechazan en mayor medida la pena de muerte", sostiene Jan Cervenka.
Los estudiantes y las personas con instrucción superior consideran que la existencia de la pena capital no conduciría a la reducción del número de homicidios. Esta opinión la comparte la mayoría de los políticos, quienes descartan la posibilidad de que la pena máxima vuelva a ser introducida en el Código Penal checo.
ESPAÑA
En España, uno de los defensores de la pena capital es el filósofo Gustavo Bueno:
"Un individuo que mata a navajazos a cinco personas y luego hace picadillo a su mujer ¿qué puedes hacer con él? ¿Reinsertarle? Sólo existen dos soluciones: o que se suicide, o bien aplicarle la pena capital, que es una manera educada y elegante de invitarle a suicidarse. Es, diríamos, una atención que tiene la sociedad con el criminal." Dijo el filósofo en la Nueva España el 24 de febrero del año 2000.
“yo la llamaría «eutanasia procesal». «Pena de muerte» es una expresión absurda: si destruyes al sujeto, ¡la pena no es para él, sino para los que se quedan! (…) Debería hacerse un referéndum sobre la pena de muerte. La gente no se atreve a decir esto, pero yo sí. Por ejemplo, al Etarra Barrios, el que asesinó al matrimonio de Sevilla, habría que matarle” dijo en La Vanguardia el 16 de julio 1999.
El filosofo Bueno también nos dice en este sentido que: “Con ETA no cabe el diálogo y con el PNV, tampoco. Un partido que prometiera restablecer la pena de muerte arrastraría muchísimos votos. La gente dice que hay que mantener la serenidad, pide paz y levanta las manos no se sabe hacia dónde. Pero esto demuestra que no sabe qué hacer. Decimos que vamos a ganar, pero mientras tanto ETA sigue matando. Es un cuento. La única opción es la pena máxima, porque el diálogo no arregla las cosas cuando el diálogo es imposible.” En su libro Zapatero y el pensamiento Alicia (Madrid 2006)”
Muchos es cierto, se oponen a la postura de este reconocido filosofo: “El filósofo Gustavo Bueno revisa las falsas certezas de la democracia occidental”. Apuntó por ejemplo T. García Yebra. El Norte de Castilla, el 24 de enero del 2004
Pero más allá de Gustavo Bueno quien es el máximo representante de los partidarios de la pena, Mario Onaindia, publicó La pena de muerte y su abolición en España. Amnistía Internacional. Los libros de la Catarata, (Madrid 1995) y dijo que “Lo meritorio sería que yo fuera partidario de la pena capital, en cuyo caso, supongo, debería suicidarme pegándome un tiro tras ponerme firmes al amanecer, dando la espalda al muro del cementerio. Idea que no debería caer en saco roto. Se resolverían muchos problemas de intolerancia en todo el mundo si los partidarios de la pena de muerte la aplicaran, como la caridad, empezando por uno mismo”
Además añade lo siguiente: “La desaparición de la pena de muerte en este supuesto, pues, me tranquiliza por dos razones. En primer lugar, porque se produce por iniciativa del Parlamento Europeo y refleja el sentimiento generalizado de que la posibilidad de una guerra desaparezca del horizonte político de los Estados europeos; en segundo lugar, porque borrar del Código Militar la pena de muerte "en caso de guerra" es más importante de lo que parece a primera vista. Todos nos imaginarnos que "caso de guerra" quiere decir que se ha producido un enfrentamiento entre el Estado español y cualquier otro, pero la realidad es muy diferente, a1 menos eso es lo que me dicta mi experiencia”
CUBA
La Comunidad internacional sigue muy preocupada por el mantenimiento en detención de disidentes y de la condena a muerte de varios de ellos. Según la Federación Internacional de derechos Humanos (FIDH), en septiembre de 2004, del líder del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, René Montes de Oca Martija, a un periodo de ocho meses de prisión por « desacato a la autoridad ».
Cabe recordar que Cuba no ha ratificado la mayoría de Pactos relativos a los derechos humanos de Naciones Unidas, como el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, sociales y culturales, así como los Pactos regionales de derechos humanos, como la Convención Interamericana de derechos humanos..
La Pena de muerte se encuentra prevista en la Ley de Procedimiento Penal en Cuba para más de una centena de delitos. En 1999, una reforma del Código Penal extendió esta pena a los delitos de narcotráfico, robo con violencia y corrupción de menores. A pesar de que según la FIDH, “Fidel Castro, presidente de la República de Cuba había anunciado públicamente que se estaban buscando alternativas a esta condena y a pesar de que desde mediados del año 2000 hubiera podido considerarse que se estaba aplicando una moratoria de hecho, la aplicación de la pena de muerte en 2003 mostró claramente la falta de voluntad del gobierno de Cuba de abolir esta pena”.
La FIDH condena firmemente la aplicación de la pena de muerte de acuerdo con los artículos 479 y 480 de la Ley de Procedimiento Penal en Cuba, el 11 de abril de 2003 contra tres ciudadanos cubanos. Dichas sentencias fueron pronunciadas por un Tribunal ordinario, ratificadas por el Tribunal Popular, máximo organismo judicial del país y por el Consejo de Estado en un plazo de tiempo excesivamente breve, lo que constituyó un juicio sumario.
Cuba forma parte también de aquellos países en los cuales opera el irrespeto a la libertad de opinión (lo que no genera bibliografía cubana) y la ausencia de información a los organismos de la sociedad civil acerca del número de personas que se encuentran actualmente condenados a pena de muerte. Según informaciones procedentes de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y de reconciliación nacional CCDHRN, “unos cincuenta presos se encontrarían en cárceles cubanas sentenciados a pena de muerte sin que las protestas sean admitidas para pedir su liberación o en todo caso la revisión de sus casos”.
ESTADOS UNIDOS
En 1976 se restablecía la pena de muerte en Estados Unidos fue restablecida gracias a la presión de los Estados sureños luego de haber sido abolida cuatro años antes. Desde este año, treinta y ocho de los cincuenta estados mantienen la pena capital (véase el anexo 2°)
En el 2001, la Corte Suprema de EEUU abolió la pena de muerte para los menores de quince años en su fallo Roper contra Simmons del primero de marzo del 2005. Según Nicole Bacharan, Faut-il avoir peur de l’Amérique ? , (Paris 2005) “Estados Unidos era el único país del mundo junto con China, Irán y Pakistán en ejecutar a criminales menores, parecería que el peso de la opinión publica internacional ha sido muy importante en esta decisión”
También se sostiene que los estudios científicos realizados no han podido nunca encontrar pruebas convincentes que demuestren que la pena capital tiene mayor poder disuasorio frente a la delincuencia que otros castigos. El último estudio acerca de la relación entre la pena de muerte y los índices de homicidios, elaborado para la ONU en 1988 y actualizado en el 2002, llegaba a la siguiente conclusión: «... no es prudente aceptar la hipótesis de que la pena capital tenga un mayor poder disuasorio sobre los asesinatos que la amenaza y aplicación de la cadena perpetua, pena supuestamente inferior » Retomamos aquí a Roger Hood en The Death Penalty: A World-wide Perspective (Oxford 2002)
Además, un estudio sobre la pena de muerte encomendado por la Secretaria de Justicia, Janet Reno, realizado entre 1995 y 2000, reveló la existencia de un impacto adverso en la población negra (discriminación negativa). Así, demostró Eddie Cóndor Chuquiruna en www.peruprensa.com, que “el veinte por ciento de los ejecutados eran blancos, veintinueve por ciento de hispanos y un cuarenta y ocho por ciento de afro-norteamericanos. Esto demuestra que las minorías, especialmente los afro-descendientes, están sobre representadas en la población de condenados a muerte”.
Pare Ignacio de Ferrara, en una columna publicada en www.aprodeh.org, “Estados Unidos es un país que en muchos aspectos sociales, lo que ellos llaman social issues, es mayoritariamente conservador. A diferencia de buena parte de los europeos, para muchos americanos, el matrimonio entre homosexuales, la eutanasia, la liberalización de ciertas drogas o el aborto, son temas tabú. En esa misma línea, la pena de muerte es aprobada por el 60% de los americanos, según la encuestadora Gallup (…) La corriente abolicionista parece ser todavía muy tímida”.
Segun este comunicado de Amnesty international del 24 de abril del 2003:
“Blancos y negros son víctimas de asesinato casi en igual número en Estados Unidos. Sin embargo, el ochenta por ciento de las más de ochocientas cuarenta personas ejecutadas desde que se reanudaron los homicidios judiciales en 1977 habían sido condenadas por asesinatos cuyas víctimas eran blancas.
La mayoría de los asesinatos cometidos en Estados Unidos tiene como protagonistas a asesinos y víctimas de la misma raza. Sin embargo, casi doscientos negros han sido ejecutados por asesinar a víctimas blancas: una cifra quince veces superior a la del número de blancos ejecutados por matar a negros, y al menos dos veces más alta que la de negros ejecutados por matar a otros negros.
Los negros suman un doce por ciento de la población, y sin embargo constituyen más del cuarenta por ciento de los condenados a muerte, y uno de cada tres ejecutados es negro. Estados Unidos pronto ejecutará al que se convertirá en el negro número trescientos, muerto en manos del Estado desde 1977.”
La misma fuente, repudiaba el primero de mayo de 1995, la reinstauración de la pena de muerte en el estado de Nueva York, reproduciendo una frase que según dice es el resumen de lo que muchos estadounidenses piensan con respecto a la pena. Esta frase fue una declaración del 7 de marzo de 1995 hecha por Gobernador de Nueva York, George Pataki, el día en que firmó la reinstauración: «Ahora se va a hacer justicia... Éste es un momento solemne porque con este acto se pretende prevenir tragedias, y ya hemos visto demasiadas en el pasado.»
FRANCIA
En Noticias traídas por una crónica del diario chileno La Cuarta del 1 de mayo del 2004 leemos que cuarenta y ocho diputados del partido gubernamental francés Unión por una Mayoría Popular (UMP), presentaron una proposición de ley ante la Asamblea Nacional para el restablecimiento de la pena de muerte para los autores de actos de terrorismo. “El texto fue presentado por el grupo de diputados de derecha del partido del Presidente francés, Jacques Chirac, en donde aseguran que Francia, en el interés superior de los Estados, en vínculo estrecho con sus aliados europeos, debe amplificar la lucha antiterrorista y mostrar una firmeza ejemplar". La propuesta, pretendía enmendar la ley de 1981 que puso fin a la pena de muerte en Francia, y se basa en el argumento de que "Francia está en guerra", puesto que hay grupos terroristas que se la han declarado, y que en esas circunstancias es legítimo recurrir a la pena capital, anunció el portavoz del UMP en la emisora de radio "France Info" el 30 de abril del 2004. Los autores de la propuesta aseguran que "en el plano jurídico nada impide que Francia restablezca la pena de muerte que el Parlamento había abolido".
En este sentido, Bernard Anthony, presidente de la Alianza General contra el Racismo y por el Respeto a la Identidad Francesa y Cristiana (AGRIF) se pronuncio a favor de la pena en la revista Café Babel del primero de febrero del 2007 “Hemos creado un comité de apoyo a favor del restablecimiento de la pena de muerte. Yo estoy especialmente sensibilizado por este asunto, porque he conocido a la familia Kegelin. Tal nivel de horror merece el único castigo proporcional en mi opinión: la pena de muerte”. Añade además “Se sabe muy bien que la cadena perpetua no se aplica nunca en los países que han abolido la pena de muerte. Restablecerla permitiría dos cosas: servir como ejemplo y disuadir a los potenciales criminales”.
Por su parte el abogado y ex ministro de Justicia Robert Badinter quien trabajó por la abolición de la pena de muerte expresó en una de sus defensas en la Corte superior del Aube el 29 de septiembre de 1971: “esos hombres, tal como se han revelado, son una forma de desgracia. Uno no se protege de la desgracia matando a los que son sus instrumentos (…) Y si estos hombres son monstruos, entonces en nombre de que justicia hecha para los Hombres y no para los monstruos podríamos practicarles esta eutanasia judicial”. Agregaría antes de culminar diciendo que con ésta pena “una sociedad que se pretenda en estado de legítima defensa, no haría mas que aceptar o consumar su peor derrota”.
Siguiendo este modelo, y para que la iniciativa de los parlamentarios no se repita, en misiva presidencial del 3 de enero del 2006, el Presidente Jacques Chirac hizo parte al Consejo Constitucional de su “intención de inscribir oficialmente la abolición de la pena de muerte en la Constitución” Esta carta intervenía luego de que un fallo del Consejo Constitucional del 13 de octubre del 2005 se pronunciaría sobre la necesidad de una revisión Constitucional para aprobar el segundo Protocolo facultativo del Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos que prevé la abolición de la pena de muerte.
Sin embargo, para Alicia Dujovne del diario La Nación del 14 de febrero del 2007, la reinstauración parece haber sido enterrada por un largo tiempo ya que hoy figura en el texto de la Constitución francesa “nadie puede ser condenado a la pena de muerte”, para conmemorar el 25° aniversario de la prohibición de la pena capital en Francia que empalmó con el encuentro de París tuvo por objetivo reunir a todos los abolicionistas del mundo.
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Siendo Charles Brooks el primer ejecutado mediante inyección letal (Texas 1982). El mismo año del
Se habla sobretodo de los recursos y declaraciones de la Federación Internacional de las Ligas de los Derechos Humanos (FIDH) y la Coalición Marroquí Contra la Pena de Muerte (CMCPM). En la region de Alsacia, durante la primavera de 2004, la joven Jeanne-Marie Kegelin fue encontrada muerta en un estanque tras haber sido violada y golpeada. El presunto culpable sería “Pierrot el loco”, un reincidente múltiple. El juicio se llevará a cabo en los próximos meses